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domingo, 14 de noviembre de 2010

La Historia contada por sus amuletos

El historiador vive, lo mismo que el físico, en un mundo material, pero, en los inicios mismos de la investigación, no encuentra un mundo de objetos físicos sino un universo simbólico, un mundo de símbolos. El historiador tiene que aprender, pues, antes que nada, a leer estos símbolos. Todo hecho histórico, por muy simple que parezca, no puede ser determinado y comprendido más que mediante un análisis de símbolos. No son cosas o acontecimientos sino documentos o monumentos los que constituyen los objetos primeros e inmediatos de nuestro conocimiento objetivo. Unicamente por la mediación e intervención de estos datos sensibles podemos captar los datos históricos reales, los acontecimientos y los hombres del pasado. Desde luego ningún objeto se halla exento de las leyes de la naturaleza pero esos objetos históricos no poseen una realidad separada y autosuficiente. Cuando el científico trata de acudir al pasado emplea otros conceptos o categorías que los de sus observaciones del presente. Recurre a la geología o la paleontología. Pero se trata de una reconstrucción real, empírica, preliminar. La historia, y el historiador, debe añadir el análisis mediante una reconstrucción simbólica.

Interpretar es descifrar los "signos" en cuanto "signos históricos".

1 comentario:

  1. ...es imposible saber a ciencia cierta en qué consiste el significado de un símbolo.

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