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martes, 9 de noviembre de 2010

Una cuestión semantica

El eslabón perdido

La afirmación, registrada y transmitida por los sumerios, de que el «Hombre» fue creado por los nefilim, parece entrar en conflicto, a primera vista, tanto con la teoría de la evolución como con los dogmas judeo-cristianos basados en la Biblia. Pero, de hecho, la información contenida en los textos sumerios puede afirmar tanto la validez de la teoría de la evolución como la verdad del relato bíblico, y demostrar que, en realidad, no existe conflicto alguno entre ambas.

En la epopeya «Cuando los dioses como hombres» los sumerios describieron al Hombre no sólo como una creación deliberada de los dioses, sino también como un eslabón en la cadena evolutiva que comenzó con los acontecimientos celestes descritos en «La Epopeya de la Creación».

Al mismo tiempo, los textos también describieron la creación de la Tierra y la evolución de la vida de plantas y animales en ella, y lo hicieron en unos términos que se conforman a las actuales teorías evolucionistas.

Georges Lemaître fue el sacerdote católico y astrofísico que propuso la idea que el universo se originó en la explosión de un «átomo primigenio» o «huevo cósmico». Dicha explosión ahora se llama el Big Bang. En los años siguientes desarrolló la teoría y participó en la controversia científica y religiosa sobre el origen del universo.

Ciencia o religión es solo una cuestión semantica.

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